Las empresas rosarinas que se sumaron a la confección de materiales de bioseguridad ya cuentan con casi 35 mil barbijos entregados y más de 2.000 batas. Otras firmas se suman esta semana a las acciones contra el coronavirus.
En el marco de la emergencia sanitaria y ante la creciente demanda de elementos de protección para los trabajadores de la salud pública y agentes sanitarios, el municipio creó una red de producción que incluye empresas locales del rubro textil, voluntarios de la Dirección de Empleo, emprendimientos de la Economía Social, cooperativas y hasta talleres particulares que quisieron sumarse a la tarea solidaria.
Para empresas de estas dimensiones, acostumbradas a producir indumentaria deportiva de alta complejidad o en grandes volúmenes, confeccionar barbijos resulta una tarea “excesivamente sencilla”.
Sin embargo, la costura es artesanal y allí es donde entran a colaborar los voluntarios de emprendimientos, cooperativas y talleres.
Esta semana, la empresa Liliana se incorporará a la fabricación de máscaras de protección facial para el personal sanitario y esencial. La marca rosarina comenzará a producir estos suministros a escala industrial.
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