Portada  |  16 enero 2021

El Nipah, otro virus que alerta a la comunidad científica

Es transmitido por los murciélagos y tiene una alta tasa de mortalidad.

Internacionales

Mientras el mundo atraviesa la pandemia de COVID-19, un nuevo virus detectado en Asia encendió el alerta. Se trata de Nipah, y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es uno de las de los diez patógenos más peligrosos en términos de potencial epidémico.

El Centro de Ciencias de la Salud y Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Cruz Roja Tailandesa advirtió sobre el desarrollo del virus Nipah en Asia y su posible propagación.

“Supone una gran preocupación porque no hay tratamiento y este virus tiene una alta tasa de mortalidad”, manifestó Supaporn Wacharapluesadee, directora de la organización en declaraciones a la BBC.

La científica formó parte durante los últimos 10 años de Predict, un proyecto mundial para detectar y detener enfermedades que pueden pasar de animales a humanos.

El Nipah está relacionado con el virus Hendra y es una zoonosis descubierta en Malasia en 1998, cuyo principal vector de transmisión son los murciélagos que comen fruta. En Asia ya se experimentaron varios brotes de esta enfermedad.

Sus síntomas son fiebre alta, dolor de cabeza y la alteración del comportamiento, mientras que, en un estado más avanzado, puede provocar encefalitis.

Se transmite a través de los fluidos como la saliva y la sangre y no existe vacuna preventiva, por lo que los médicos solo pueden ocuparse del tratamiento sintomático. La tasa de mortalidad es superior al 70%.

Una de las características más peligrosas del virus Nipah es que el período de incubación es de 45 días, lo que implica que aquel que lo contrae, puede contagiar a muchos otros sin saberlo.

“Durante el primer brote reconocido en Malasia, que también afectó a Singapur, la mayoría de las infecciones humanas se debieron al contacto directo con cerdos enfermos o sus tejidos contaminados. Se cree que la transmisión se produjo a través de la exposición sin protección a las secreciones de los cerdos o del contacto sin protección con el tejido de un animal enfermo”, señalaron en la página de la OMS.

“En brotes posteriores en Bangladesh y la India, el consumo de frutas o algunos productos (como jugo crudo de palmera datilera) contaminados con orina o saliva de murciélagos frugívoros infectados fue la fuente más probable de infección”, agregaron.

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