Un sacerdote de la Iglesia ortodoxa de Grecia arrojó líquido cáustico a un grupo de obispos durante una audiencia disciplinaria en su contra. Además de los fieles, dos abogados y un policía fueron hospitalizados con quemaduras.
"Cuando vi que sacó la botella, lo primero que pensé fue que era agua bendita", explicó uno de los sacerdotes a la televisión local que sufrió lesiones en su rostro. Algunos de sus compañeros están con heridas graves e incluso uno casi pierde un ojo.
El ataque se dio mientras el tribunal daba el veredicto final sobre el clérigo de 37 años, que había sido depuesto en primera instancia por conducta indebida a raíz de un caso de drogas y los heridos debían firmar la destitución.
Hoy, el agresor está preso. En el año 2018 fue detenido por posesión de 1,8 gramos de cocaína y desde entonces arrastró una serie de quejas y denuncias por comportamiento agresivo.
Fuente: RT
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