Marcela es una víctima más de las balaceras que día a día ponen en peligro la vida de los vecinos en distintos barrios de Rosario. Con desesperación y rompiendo en llanto, recuerda el momento en el que dispararon contra su casa.
Su hijo de 18 años estaba llegando a la vivienda cuando los delincuentes pasaron en una moto y abrieron fuego, ejecutando al menos 14 disparos.
La mujer vive en pasaje Franco al 1800, en la zona norte de Rosario. Trabaja en un carrito vendiendo comida y su hijo, en una heladería. Afirman que los violentos dispararon por error.
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