Gerónimo Escobar, de 57 años, trabajaba como chofer de taxi y el miércoles por la noche había salido a trabajar en un horario fuera del habitual para tener un ingreso extra que le permitiera festejar el cumpleaños número 14 de su hijo, el próximo domingo.
Sin embargo, en la madrugada del jueves en inmediaciones de Callao y Centeno, Gerónimo encontró la muerte a mano de delincuentes que le dispararon en el pecho en circunstancias que aun son materia de investigación.
El hecho volvió el foco, una vez más, hacia la inseguridad que viven a diario los trabajadores de este sector, especialmente expuestos en los horarios nocturnos.
A raíz de ello, ayer se produjo un encuentro entre los títulares de las diferentes cámaras que nuclean a conductores y titulares de taxis y autoridades policiales y del Ministerio de Seguridad de la Provincia.
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