Primero vio "como una sombra" en el agua. Después le pareció que algo brillaba. Max Werenka, un chico de 13 años, se tiró a un lago de Canadá y descubrió que se trataba de un auto. Y ese auto develaba un viejo misterio.
La policía de Canadá está agradecida esta semana con este chico que andaba en su tabla sobre el lago Griffin.
La mamá de Max lo había llamado porque unos turistas que se hospedaban en sus cabañas creían que había algo raro sumergido en las aguas.
Buscaron información en Google y creyeron que se trataba del auto que se había caído en 2009 al lago y que había salido en las noticias. De ese accidente, se habían salvado 4 personas.
Pero al día siguiente le contaron su hallazgo a un agente policial que estaba de picnic con su familia. "No podíamos creer que el auto de ese accidente no hubiera sido sacado del lago", pero el agente les dijo que eso no era cierto y sospechó que había algo más en el lago.
Cuando la Policía envió más agentes, Max les hizo de guía y para ayudarlos se metió al agua con su GoPro y grabó todo lo que podía.
En el video, los oficiales vieron que había un auto dado vuelta, recostado sobre el fondo del lago.
Eso motivó a que la policía canadiense enviara un equipo y realizara un operativo para quitar el vehículo, un viejo Honda Accord, del agua. Adentro, estaba el cadáver de una mujer.
"Fue muy shockeante", dijo Max. "No nos esperábamos nada así", contó.
Con la patente, descubrieron que se trataba de Janet Farris, una mujer de Vancouver que a los 69 años había desparecido cuando viajaba a una boda en Alberta en 1992.
Su familia había tardado 2 semanas en darse cuenta de sus desaparición, porque pensaron que no había querido ir a la boda. Ahora, 27 años después, se enteraron qué le pasó.
En 1992, la carretera pasaba muy cerca del lago Griffin y no había guardarrails de cemento. La policía cree que Farris se despistó y cayó directo al lago.
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