Las mascotas suelen ser la mejor compañía, tanto que hasta algunas hacen lo imposible para estar con sus dueños. Al menos, eso es lo que le sucedió a una chica brasileña que no entendía porque la alarma de su teléfono nunca sonaba.
Por algún motivo, la joven oriunda de San Pablo desconfió de su gato Joaquim, y decidió poner una cámara oculta para ver el comportamiento de su mascota.
¿Qué sucedió? Confirmó lo que sospechaba: cuando empezaba a sonar la alarma, el gatito lo apagaba.
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